Quise beber de tu silencio,
En el refugio de tu mirada ingenua
Al borde de tus labios tersos
Cuando la noche fluye anudada entre las sábanas
Quise revivir en tu silencio,
Estremecido en el gemido de las sombras
Cuando la madrugada mengua con el alba
Que ingresa inocente por la ventana
Quise acariciar en tu silencio
La humedad de tu vientre que me colma
Sucumbiendo mi nombre entre tu verbo
Que me agita de deseo y te implora
Quise engendrar en tu silencio
El amor inocente dentro de tu cuerpo
Con el beso, la pasión y el empeño
Que incendia tu entraña intensamente
Quise ser silencio en tu silencio
Y mi sangre inflamo sobre tu pecho
Vertiendo la luz como un destello
Aquietando mi alma entre tus senos