Ricardo Nanjari

El café

Cada mañana busco mi café

en un lugar extraño y lejano

un lugar que me deja instalado

en un presente sin fin.

 

Un instante que dura tan solo

lo que dura ese invaluable café

un momento que sana

una pausa de haberes y deberes.

 

Y en esos minutos de reconciliación

donde acude a mí ese café

música de aromas inolvidables

ocurre algo maravilloso.

 

En ese efímero instante

fugaz que debo recuperar

surge la incontenible necesidad

de volver a la mañana siguiente.