Encanto que inspiras tú mujer,
eres como ese arroyuelo en
mi pensamiento; cada vez
que estoy escribiendo entre
montañas y ríos, hasta el mismo
cielo eres, ó el arcoiris de bellos colores;
que en vos pienso, y mis notas
son para ti, en tu tierno amor
que yo quiero, porque hasta mi
corazón se pondrá contento,
que conmigo estas viviendo.