No espero que otros
puedan ir por mi camino
de los lobos perdidos
sin destino
como destino
Con zarzas y desierto
y al fondo la montaña
No espero que nadie
arda en mi fuego
o entienda
el caos en que se precipita
cada segundo mi conciencia
mientras me hago cargo
de absurdos problemas
laborales
con la poker face
No creo que nadie sienta
cuando parece
que estoy ahí
como he nacido y muero
cada segundo
Y lo sé
No creo y no hace falta
que nadie
me comprenda
y comparta conmigo
la tragedia
cada segundo...
Precipitarse al vacío
y volar
y sentir cada vez
esa mirada...
La mirada hostil
al extranjero
errante
Lo perciben
Te alejan
No eres nunca de allí
Pero toda la naturaleza
te recibe entonces
Cuando ya no eres
de nadie
y lo sabes
y al fin desistes
para siempre
Y la naturaleza lo sabe
Y entiendes...
Es cuando todo
te empieza a hablar
Te empieza a acompañar
Cuando todo te habla
Cuando todo calló
y puedes aparecer tú
al fin
quizás
en el horizonte
Pero no espero que nadie
transite conmigo
esos puentes suspendidos
en el vacío
Sin embargo
con flores en la baranda
como mi pelo
Inciertas, desordenadas
De colores
Libres en el aire
quizás por ti...