Cuando se acabe el mundo
detrás de mis ojos
buscaré la luz
prisionera, enredada
entre amenazas inmune
mirando al Miedo a la cara:
¡descúbrete!
Explosiones que inunden
invadiéndolo todo
la risa entre densísimas lágrimas
que salen los monstruos
de fiesta si nosotros
juntos no estamos.
Soy yo mi desconocido propio
hundiéndome pronto
por rescatar ese algo
que me aporta ilusión;
me disparo sin darme
importancia ya más entonces...
Vivo solo en la noche
remordido en deseos
consumiendo este amor
a un espejo de dentro
donde me siento y espero
respirar sin pensarlo...