Jose Luis Posa Lozano

LA MUERTE DE UNA ERA

 

Hace milenios

que me engulló la inocencia el sumidero

que vomité la fe en la justicia

que me arrancaron la piel de la esperanza.

 

Hace ya siglos

que me cegó el resplandor de la mentira

que uso gafas de sol polarizadas

para ver solo aquello que aun soporto

 

Hace cien vidas

que me arrancaron los tímpanos en vivo,

que apenas yo me escucho

preguntar sin hallar más que preguntas.

 

El tiempo aúlla

por entre las callejas olvidadas

barriendo sueños

arrancando utopías arrugadas

mientras una lluvia fangosa las arrastra

al mar de la cloacas.

 

Y sin embargo

de vez en cuando presiento un mundo nuevo,

escucho cantos de guerra entre los ecos

de la desesperanza

y enciendo hogueras

presagiando en la noche de los tiempos

la muerte de una era.