¡Despierta con alegría y agradece a Dios, todas las bendiciones recibidas !...
No te acostumbres a despertar con tristeza, amargura o preocupaciones porque esos sentimientos enferman el espíritu!
¡Disfruta de ese amanecer... de esa aurora que anuncia un nuevo día, escuchando el canto de las aves... tu música favorita o respondiendo con tu sonrisa, la sonrisa de ese niño que encuentres en el camino!...
¡Levántate con entusiasmo!...
¡La vida es una sola!...
¡Todo pasa rápido cual raudo vuelo del pájaro!...
Al despertar, ausculta los latidos de tu corazón que golpean fuertemente, con fuerza, con energía y escucha en cada impulso, esa voz que dulcemente te susurra...¡Aún vives!
Entonces podrás exclamar...
¡Oh, mi Dios, gracias por este feliz amanecer!
Nila J. Bohórquez L.
(Nhylath)