Pablo240

A un padre

 

El sol germinaba, y el atardecer acaramelado
la hierba sonríe en la cercanía, y besa el viento,
el poeta con la pluma, de nostalgia su estremecimiento
memorias lejanas derriten su corazón helado.

¡Cuánto amor le trajo el recuerdo, de aquel su padre!
Fulgor de vida y historias de vino había en esa alma
y energía olímpica que humillaba cualquier alba
pero cuyo corazón vino a derretirse en los ojos de mi madre.


Canta tu sangre del norte en el corazón del puma,
cada día eres fortaleza y sentimientos
de unos ojos que iluminan la bruma.

Bendito este suelo que sirve de tu estadía,
el tiempo calla y la vida revive
hoy que estas en tu feliz día.