Alexandra Quintanilla

Tuve un poema y no tuve amor

¿Que pasaría si yo te dijera por ejemplo te amo? Te amo, así, a secas. Si te llamara y lo primero que soltara fuese: Te amo. ¿Me colgarías? Porque al fin y al cabo vos solo sabes que te quiero..., bueno eso lo supongo o, ¿lo suspendo? Decime que harías, te lo pregunto porque te llame y tiro a buzón y bajo el cielo de otro lado maldecí. Porque al fin de cuentas cuando me agarré el valor de decir... Vos estarás en tus cosas. No me debo al derecho del reproche. Al fin de cuentas lo que más amo del amor es su bendita libertad. ¿Pero que estabas haciendo? ¿Por qué no pudiste contestarme? ¡Perdona! no es que yo así me comporte siempre... Es que esta vez tuve por primera vez el valor de contarte todo lo que tengo enredado en el pecho, y vos, vos no estuviste y yo me quedé con la duda del qué hubieras dicho... O hecho. Puede que yo no hubiese querido que nada, solo que lo supieses, tal vez eso sea orgullo, tal vez pueda que no...Tal, si es que por la bendita gracia de los ángeles fuese recíproco, yo espero que haya una próxima. Yo espero quizá que si no sea yo, seas vos el que marques y, (ya vez que por eso del ajetreo y el vaivén de las rutinas y las otras muchas distracciones y cosas varias) tal vez yo esa vez (si existiera), si pueda contestarte...