Ben-.

Supersticiones-.

Estibadores de puerto

corazones impertérritos

habitando la espesura

de labios boca arriba.

Corazones repetidos, esencia

de unas cuantas flores desperdigadas,

monumentales lienzos de orquídeas

seductoras. Donde el estambre

fecundo creció junto a la espiga

frustrada, cerca de la nociva vocación

de austeridad, de las opacas

certidumbres: sombreros de copa

que admiten sueños en sus alas de corolas.

Y ese fino señuelo de los estragos

de la edad; anillos convertidos en humareda

de archivos amorosos consentidos.

 

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