Alejandro José Diaz Valero

Salud Bucal (cuento)

A veces la misma risa no nos deja reír (Alejandro Díaz)

 

 

Algo anormal, nada corriente

Habrá de ser esta historia singular

Sólo espero que estés sonriente

Cuando hayas llegado hasta el final.

 

 

Una anciana octogenaria, guiada por una nieta diligente, fue a consulta anual con su odontólogo. La joven deja a su abuela en la puerta del consultorio, mientras la abuela entra muy segura de si misma.

 

-¿Doctor, como está?

-¡Caramba doñita, que bueno tenerla por acá!

-Vengo a mi chequeo anual

-Bien, bien, veamos.

 

La ancianita se acomoda en el elegante sillón, extiende su cuerpo y  abre la boca, mientras el odontólogo se coloca los guantes, toma una paleta,  revisa la situación y luego comienza un breve monólogo:

 

-Perfecto, perfecto…eso es

-Que alegría doñita, todo bien, que buena salud bucal…

-Solo le detecté una sola caries.

-Primera vez que veo una persona con más de ochenta años con tan pocas caries.

-Aparte cita con la secretaria que la próxima semana estaremos resolviendo ese pequeño detallito.

 

Acto seguido el doctor se despide de la ancianita, y ésta rabiando a más no poder con gestos de pocos amigos se despide del doctor; sale del consultorio a toda prisa y al ver a su nieta en la sala de espera confundida entre tantos pacientes, le comenta en forma impertinente:

 

Que doctor tan ocurrente

Este que me ha tocado

Lo que tengo es un solo diente

Y festeja que está cariado.

 

***