A la rara algarabía del otoño de mármol
Concebido en los holocaustos
Sus piedras talladas en ocasos y moradas
Yo me tumbo en el suelo frío, helado
Mi espalda toca los enterrados baldíos
Mis pechos reciben el vector eléctrico
Los besos impunes son dardos
Transitan los ángulos
Y se hacen esquelas en el alba caída.
En el escorbuto del otoño de mármol
No prefieren los calendarios impolutos
Recitarse ebrios en sus melodías.
El dolor difuso transita los ángulos
En su silla de ruedas.
Más rueda por el mundo cerrado
Sin girarse a los lados
Más todo es recto y en espiral
En este otoño de cristal.
(Dedicado a mis pacientes con demencia).