EHUR OHR

Ojos buenos...

Hoy sentí sobre mí sus ojos buenos,

dos luceros temerosos,

que inseguros indagaban desde lejos.

Indiscretos persistían en mirarme.

Perseguían mi traslado…con tapado disimulo.

Me intrigo su manera obsesiva de observar.

Bellos ojos imprudentes,

que no dejan de brillar.

Dos huraños resplandores

que escudriñan sigilosos

el trayecto dilatorio y vagabundo

de mis mustios sentimientos.

Esos ojos misteriosos,

cautivaron mis silencios…

capturaron mis secretos,

y han podido descifrarme en la nostalgia,

Me han sacado de esta angustia

con tan solo centellar.

Me enamora su expresión escurridiza

de fugaz aparición.

Y esta noche tenebrosa de tristeza,

de extremado aislamiento,

me han venido a acompañar.

Timidez que me corteja,

has llegado a conquistarme,

y me atrapas con la magia

de tu brillo milagroso.

Ojos buenos…

de calladas emociones,

que se muestran en un dulce parpadeo.

Ojos tristes de un esmalte aletargado,

adormilados en la senda de la espera,

transeúntes del preludio de esta historia,

me han llenado de nostalgia y de ternura.

Me aturdieron otra vez y con más fuerza.