Menosprecio el alma perdida en su accionar de buscar respuestas sobre la fría tumba de su mente, que no se decide si vive o muere.
Buscar algo que nunca va a encontrar, porque es muy difícil entender que, lo que está, no se puede quitar. Quizás se pase la vida y poco va a lograr.
Como aquel, que se frena a pensar:
¿Dónde estamos en realidad?.
Otario.