Leonela1

La prosa está en mi gen

La prosa está en mi gen. 

Las palabras me atrapan.

Es ese el momento que me agrada.

Me pacífica esa mirada profunda hacia el horizonte, escuchado la letra del hombre que describe ese momento exacto en donde comete un homicidio.

Y no es el sentido el que me atrapa, es el aura del pueblo viejo que extraño. Ese aura que me agarra y me deja en ese instante en el patio que estábamos sentados los dos, un viejo ya vivido y yo.

Estábamos escuchando con el corazón abierto, una leyenda que atraía. Aquella leyenda que está enterrada en mi corazón.

No es solo ese abuelo viejo que me recitaba poemas en mis tardes quien me trae a esta carta, sinó también la mujer que me parió.

Perdón mamá, estoy llenando la ropa de olor a humo, y estoy pensando en vos.

No seré tu más grande orgullo, pero estoy pensando en vos.

Me enriedo en la poesía que algún día me dedicaste. Me enriedo en mi poesía, en este don raro que me regalaste.

Tu regalo siempre fue un lápiz y un papel, ahora ambas luchamos por qué leer.

Siempre defendiste con tu alma cualquier cosa que yo escribía. De eso siempre voy a estar agradecida.

Es que me encuentro en este instante, donde el ser moderno y la personalidad de mi viejo pueblo, seco y aburrido (pero lleno de calma), se encuentran.

Estoy tratando de llevarle el ritmo al tiempo, pero cuando hablo me quedo atras.

Trato de expresarme con los demás, pero hablo tan ajeno a aquellos que pocos me escuchan, y otros pocos me entienden. 

Perdón mamá, estoy llenando la casa de olor a humo, pero estoy llegando a aquel lugar que alguna vez las dos soñamos.

Mamá, no seré tu más grande orgullo, pero soy tu pequeño capullo que algún momento quisiste sembrar.