Si te fijas bien mi amada nuestras almas están escritas en nuestros ojos.
lo sé porque cuando nos miramos suelo escalar
hasta tus pestañas, y aunque no pueda escalar grandes alturas, si por lo menos escalo solo .
Sé de sobra que un beso en tus labios no es fantasía, lo que sí es un gran secreto.
Me pongo hacer caer estrellas del cielo, luego por miedo al ridículo, paro y recojo pequeñas florecillas de elocuencia esparcidas por los suelos .
Mi corazón se esconde siempre íntimamente detrás de mi intelecto
Tengo una idea diferente de la elegancia. No me visto con vulgaridad , pero mi moral es impecable. Nunca aparezco en público con la consciencia sucia, el honor manchado, escrúpulos raídos o sin lavarme. Siempre estoy inmaculadamente limpio, adornado con franqueza e independencia. mantengo mi alma y algo más cuando hace falta siempre erecta.
Estoy acostumbrado a morir de una limpia estocada de traición, mi corazón de acero resiste todos los vanos intentos pues tengo un gran Don leo el pensamiento de mis enemigos , siempre me adelanto a sus intentos .
Solo por Cantar y soñar no sé es completamente libre ni porque mis ojos lloren o mi garganta vibre.
Ponerme, si os place, el sombrero al revés, no conseguiréis que me bata por capricho en un duelo ridículo por vos ni por nadie eso es un acto ridículo, no volváis a intentar hacer de mi un monigote
Pero una alma enamorada es pobre y ridícula , no conoce ni quiere saber nada de la razón, por todo ello y apesar de todo, que daría yo por poder morder el perfil de vuestros labios y buscar en tu pecho el refugio caliente de mis noches más tristes, la mirada paciente que ilumine las sombras de mis ojos cansados.
Piénsalo, medítalo mi querida y deseada amada
a veces para amar a alguien no queda otro remedio que ser un auténtico desconocido.
Mael Lorens
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02/08/2021