Penetrante tus ojos
angelical tu piel
inconfundible te persistes en mi
y yo tomo coraje y me atrevo
amor al alivio
tu paz que logra dominarme.
Puedo imaginar, soñar despierto
puedo tolerar mi timidez
y culparme de todo
pero tu
mujer sincera
tu, la que me mira...
la verdad es nuestra
y debemos afrontarla.