Erase un domingo de paseo cabalgando con los perros.
Erase un sueño huir con los perros y la bici del pasado de paseo.
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes: trabajando.
Erase este recreo con los perros un premio muy cansado
dar vueltas por un lago cuyas aguas nos decían
que el tiempo libre está encarcelado en un pozo verde y somnoliento
al que muerde una tortuga cuya cabeza yo veía.
Erase un domingo lleno de gente que salía por los bares sonriendo.
Un domingo lleno de frenéticas actividades de gente vacunada contra el aburrimiento.
Mi remedio era ser conducido por mis canes de los lagos de Almenara a las golas,
de las golas al paseo marítimo hasta las olas.
Para otros era un domingo de creyentes
Salían de domingo a la playa bien vestidos los cristianos
y abarrotaban una ermita junto al mar en Almenara.
que estaban siendo “rodeprofanda” por un mercado.
Los cristianos no cabían y se mezclaban con los paganos mercaderes en la calle
que no perdonaban ni el día del señor para hacer de su tiempo de descanso,
negocios.
Era un domingo de agosto para que todo el mundo fuera amado .
por eso el cura no decía nada de que en el templo mercadearan y lo visitaran
los ateos y paganos.
Erase un cura bronceado que de todos se reía dentro de la sotana de verano,
de la chica veinteañera con el novio,
la mujer solitaria con pamela,
la familia de Madrid que pasaba el fin de semana
y cuyo pater familia sollozaba cabizbajo.
Ninguno allí creía una palabra de lo que decía el cura
Estaban escuchando deprimidos,
porque era domingo y estaban en la playa,
y mañana sería lunes,
por eso rezaban y doblaban las campanas.
para ver si había forma de escapar para siempre
del lunes, martes, miércoles, jueves y viernes.
Ángel Blasco.