EL OTRO YO
¿Qué haría sin el silencio?
No lo sé. Pero algo sucede en mis fibras del alma. Emerge ese otro que no soy yo, pues conoce el lenguaje del viento, el misterio de la gran tormenta, la sombra oculta que desvía el pensamiento, el dolor que perfora el alma.
¿Qué hace el yo que quizás no exista al bajar el velo?
Ese duerme en la cama, agitado por pesadillas, recordando facturas, extendiendo el tiempo en su mente para acumular riquezas. Aterrorizado por los pájaros de Orson Wells. Atormentado por el reloj de arena.
Pero algo sucede.. un milagro, una metamorfosis, un déja-vu en el inconsciente . La quietud transforma la rapaz águila en una paloma blanca o una oveja en la pradera. Y como la hierba verde brotan rayos otoñales en el lago. Un espejo de agua refleja la esperanza y la fe perdida. La emoción del primer beso, el remar suave de Joan y Darby recordando el suceso.
Todo es hermoso, el arco en la nube, los calingueros encendidos del Valle, auroras eternas, el trino del jilguero, la lluvia tenue y serena.
Y él se extasiaba en las cumbres azules, el aire puro, las sinfonías de Bethoven. Hasta qué.. el rayo y luego el relámpago me envolvieron en su aureola de fuego, en el ruido de almas en pena. Y se esfumó la conciencia, la calma del gran lago. Huyó la risa sincera de los niños. Gusanos ávidos comen las hojas de la esperanza.
Me convertí de nuevo en águila.. Una ave rapaz sin conciencia ni remordimiento, sin pensamiento.
No estaba solo, volaban y chillaban millones, sentí sus miedos, ellos.. el mío.
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Johanny de Jesús.
2 de agosto 2021.