Angela.Beatriz

Ave vibrante

En un mundo en blanco y negro,

él era el único ruiseñor revoloteando en mi helecho.

Era todas las estaciones juntas.

Con ojos cansados de nostalgia

y una desgastada voz soñolienta,

compraba sueños en la ciudad de las mentiras:

Aquel lugar donde van las personas de corazón roto.

Y con una efímera sonrisa

y un beso a labios abiertos,

se convirtió en el ave más vibrante

de mi jardín de escalas grises.