Ruiseñor de amor,
Tú que me hablas con palabras sencillas,
Tú, ser de fortalezas, alegrías, que inspiras fe.
Tú, solo tú podrás dar frente a esta batalla que hoy nos presenta la vida,
Hoy me arrullare a tu cántico de amor.
Tus letras me llevan a soñar por caminos intangibles,
Amor de tiempos extraordinarios,
Mi amado ruiseñor, hoy me apropio de tu amor,
En estos momentos de cambios irrefutables, con gran hazaña me hago merecedor de tu amor,
Con gran hazaña, esquivaré todo lo virulento de este tiempo.
Como destellas a los lejos veo que llegará ese tiempo donde me rodee de tu diáfano amor.
Diáfanos momentos del ayer y hoy, que en momentos se me hacen lejano.
Y de pronto se me escapa una lágrima que me hacer desfallecer,
Esa que me quiere rebatar la fe en la vida,
Pero no, mi corazón grita, y recuerda en cada latido, tus palabras de fe,
Es así que las propias lágrimas me hacen reaccionar, y me gritan,
Fortaleza, fe, pues llegará, más tiempos de desconsuelo, pero junto a ella el amor,
Y en un frenesí recuerdo tus frases enérgicas de una paz infinita,
Amor, amor de luz,
Amor translucido de fe en el mundo.
Ese tu amor, me enseñó a tener fe, en tener la certeza de que mañana será un día mejor.
Diáfano, que me lleva a otro nivel amor.
Amar la vida con tal intensidad, que piense que el día es hoy podría ser el último.
Ruiseñor de un amor diáfano.
Amor, de luz…