Luis E. Calderon Romero

OBITO DE LA MUSA

Señora, tu eras mi niña,

por tí agonicé de amor,

eras todo, eras mi vida

y yo te dí lo mejor.

 

Lo mejor de mi poesía

que era dulzura y pasión

que era sol.era agonía:

Sangre de mi corazón.

 

Señora: Tu fuiste mia,

eras mi lar y mi honor,

eras pausa y alegría:

La razón de mi razón.

 

Para ti fue mi poesía,

mis penas eran de amor:

Hoy mi pena es de falsia

y mi vida es de traición.

 

Podrás compartir mi tiempo

y maquillada amistad,

pero jamás mi poesía:

Es por hoy la realidad.