Busco una estampida de bueyes matinales
una sucesión de monarcas destituidos y ese pasaje oculto
la inmensidad de una pradera omnipresente
y el cansancio del orgullo derribado.
Vivo de lo efímero en la eternidad del instante
descanso en el reposo de un mármol sin vetas
donde descansan fugazmente cadáveres quietos o vacíos.
Los óvulos esparcen su silencio
en la mañana idéntica a su precedente
mienten las manivelas que persisten en los engranajes rotos
y se astillan los mástiles de las banderas emblemáticas.
Sueños de suicidas en baúles herméticos y sincopados,
en que yacen los minerales de otras partes.
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