Sin pruebas, por qué acusáis.
Al niño, que rondó tu ración.
Siendo él culto. No un bribón.
alimentando su odio causáis.
Los menosprecios al pequeño,
Son alimento para su desdén,
Por eso, es que no obran bien.
Hasta difícil, recobrar el sueño.
No le enseñes, a ser tu enemigo.
Mejor gana, su amistad, sabiamente.
Inculca, el infalible amor, en su mente.
Y de nuevo, serán buenos amigos.
Valora su denuedo, como una gran cualidad.
No mirando, pequeños defectos superficiales.
Puede ser gran personaje, en artes marciales.
Enséñale, que no se llega allá, por casualidad.
Si miras, la grandiosa oda a la alegría.
Como los más difíciles e imposibles versos.
Agranda sus metas. conquistará el universo.
Enséñale tu mejor abrazo, él te ama todavía.