Me asombra con qué descaro
se ha posado la gaviota
en la ilustre cocorota
de don Diego López de Haro,
quinto Señor de Vizcaya,
cuyo esbelto monumento,
que erigió el ayuntamiento,
sirve al ave de atalaya,
tal vez también de letrina,
si acaso se ha hecho cacota,
por ser quizá esta gaviota
de raigambre vizcaína,
siendo don Diego vasallo
de los reyes de Castilla
y, aunque a Bilbao hizo villa,
no dio por Vizcaya el callo.
© Xabier Abando, 04/08/2021