Han surgido los himnos entre pláticas de miradas
Con los labios cerrados, sin voces ni sonidos
Almas nerviosas, festejando con sonrisas
Amparadas a la diáfana profundidad de tu latido
Desde el fondo de tus palabras
Surgen ecos de recuerdos, como versos de encanto
Imágenes de ríos cristalinos anegando tu figura
Humedeciendo tu vientre, refrescando la hermosura
Desde la oscuridad de la noche
Se descubren tus aromas, jazmines en tu piel
Impregnando las memorias, inflamando los recuerdos
De besos que entre sombras conciben nuestra historia
Desde la intimidad de tu alma
Se estremecen los silencios
Para convertir en gemido, la mirada y el deseo
De las horas que no existen, en el constante latido
De mi amor que, entre tus labios, te hacen gritar
Eres mío