A tu dolor que ahora es mío
Lo llevo como canguro en el regazo
Lo amamanto, lo auguro
Como feto abortado.
Como un dolor del mundo entero
De todos aquellos que lo han cargado
Cuya filantropía los ha endeudado
Y ahora es para mí, mi albedrío.
A tu dolor maligno de pulmón enquistado
De miscelánea barrida por el legado
De todo aquél que lo ha sufrido.
A tu esplendor ofuscado
Al homenaje a lo que has vivido.
Dame tu dolor de amnistía
De colofón, de relato, de hipocondría.
Para que me duela más a mí
Y sólo me lo arrebate esta poesía.
Que carga en su lomo el devenir
Traspasado desde la primera vida.
Que sea un nuevo dolor en mí
Un riñón trasplantado en la médula
Para que así se intensifique mi vivir
Tan duro y de canto cortado como la piedra.