quedaron abiertas sobre la mesa
aquellas cartas que te escribi,
en esas tardes solitarias
de una melancolia de Abril.
aquellas cartas eran mas
que un simple papel escrito,
eran trozos de mi alma
bañadas con lagrimas de mi corazon arrepentido.
se que aunque trate inutilmente de decirte
que todo fue un error,
tu nunca, nunca me creeras;
dolido esta tu corazon
por la decepcion que aun viva esta.
una rosa hay sobre la mesa,
una rosa que el tiempo marchito.
esa rosa representaba mi esperanza
que jamas en mi reverdecio.
las nubes blancas de otoño, se van marchando de a poco,
asi se va marchando mi vida
y tras de ti, me vuelvo loco.