La soledad como el amor
también es una llama
devora las entrañas,
traslada el cúmulo de fracasos
a nuestras espaldas.
La soledad es una excelente cocinera
sabe guisar y acompañarlo todo
de hierbas amargas,
cocina a fuego lento y sofoca
con vapores que acompañan
las ausencias que nos quedan
solo en historias plasmadas.
La soledad dora mi piel
sazona mi alma, impregna
todo cuanto veo de nostalgia.
La amargura, la soledad
están atando mi garganta,
la emoción hermosa
se niega a iluminar mi día.
La soledad me la has seembrdo
firme en el alma, tan sólo
con tus vanas palabras.
La soledad se filtra en mí
y yo, yo la abrazo qué remedio
es lo único a lo que puedo asirme.
Con la soledad todo lo que sé
es que cada bocanada de aire
es una sequedad largamente
aglutinada que me embarga.