Eres tú
y no me conoces...
pero existo por tí,
por tu movimiento.
Eres ese liquido
evaporado de mi alma,
de mi hijo,
de mi sangre.
Eres tú
y no me conoces,
pero mi color vibra por tí.
Eres ese amor
que ha existido desde antes,
desde ahora...
¡Desde siempre!
Que Dios te bendiga