Eran muy jóvenes y vivían en pareja
se amaban con pasión desenfrenada,
no tomaban la vida con seriedad
como si no les importara nada.
El joven era muy celoso
ella coqueta y popular,
una forma de ser peligrosa
y cualquiera la puede irrespetar.
La joven vestía de una forma
muy llamativa y descarada,
cautivando a los hombres
con sus lujuriosas miradas.
El joven todo el tiempo
a su chica le reclamaba,
que por su forma de vestir
mucho de su cuerpo mostraba.
Una pareja en esas condiciones
es muy difícil de estabilizar,
porque el día menos pensado
en una desgracia pueden terminar.
Siempre se debe evitar la unión
de una pareja tan dispareja,
porque con tanta inmadurez
el amor pronto se aleja.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,13/07/2021.