Al retarme ya tienes perdido
el combate de amor imposible;
ya que siempre mi verso ha vencido
los desaires de dama invencible.
Se que puedo mirarme en tus ojos
y ganar del amor la querella;
y tenerte a mis plantas de hinojos
convertida en sumisa doncella.
Sentirás en tus labios mis besos
y mis manos tu cuerpo incitando,
a brindarme sus regios excesos
y dejarte en mi lecho soñando.
¡Porque soy del amor un guerrero
con el trino de un tierno jilguero!
Autor: Aníbal Rodríguez.