Si, yo fui esa mujer.
Que hilvanó los álamos ceniza.
Entre hilos del arpa del querer
Fue de todas las veces, una.
Como bandera del dedo que se iza
Apuntando el rostro perforado
De una luna que todo lo ha llorado.
Si, yo fui la partidaria
La perpétua extraordinaria
La debutante de sonata ambulante
Hoy vestida de la última sombra solitaria.
Si, yo fui cascabel de nenúfar
Sonando cual idilio de la luna con el agua
Endiosando los zapatos del exilio.
Cuyos pasos cruzificaron los aquiles del tiempo
Esa soy yo, con todo ardiendo quieto.
Con la mente de los molinos de saturno
El Vintage de las olas
El sufragio de los héroes de otro mundo.
Si, yo seré la misma siempre
Con mi cascabel en la luna
Con mi nenúfar en la frente.
Con el rojo viudo
Atesorando la tarde muda
Taconear las memorias del África druïda
Que suenan cascabeles en mis dedos de nenúfar.