En recuerdos vivos
cada día me resigno
al escuchar tu risa
jubilosa como el ruiseñor.
En el amparo vago
de los recuerdos lejanos
quedan grabados eternos
en el corazón.
Tu risa alegre,
viva y contagiosa,
tu risa como ruiseñor,
alegra el alma
como volando de flor en flor.
Y así los recuerdos pasan
anhelando lo mejor
para cautivar siempre
a un triste corazón.
C.Z - Argentina
2018- Antología \"Al calor de las letras\"
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