¿De quién fue el último momento
que entre caricias disfrutamos
del amor que siempre nos damos
entre gemidos y mil besos?
Quizá de los fuertes nogales
que han esperado siempre altivos
el amanecer entre ríos
de amor y deseo constante.
O tal vez de la hermosa luna
que avergonzada nos miraba
con actitud disimulada
entre nubes grises, oculta.
Anna Gutiérrez