Pablo Lorenzo Garcia

Señor Presidente

Usted sabe Señor Presidente, cómo desearía que enviase al congreso un mandato presidencial que obligara al amor de la mujer que amo.

         Que indultara para siempre y por siempre la agonía, el tedio y el vacío de su condena eterna.

         Que en su infinita potestad ordenara el fin de mi soledad y el principio de mi alegría.

         Que me otorgara fuero, Sr. Presidente para cometer infortunios en contra del amor sin ser castigado con la Co-dependencia.

         Cómo desearía que enviara una propuesta de reforma fiscal que hiciera pagar tributo sobre las bendiciones recibidas en vida.

         Que en su gabinete de seguridad me pudieran asegurar que ella siempre estará ahí, para mí.

 

         Sr. Presidente, que en su omnipotencia me incluyera en el programa de oportunidades…para la vida, y para la salud…

         No solo la de las cantinas y los hospitales,

         Y para el amor y también para el desamor.

 

         Que le dijera a Castro que ya no hay Unión Soviética, que solo queda la desunión Rusa y Norte Americana,

         Ah! Y que Chávez ya murió, pero se convirtió en pajarito, asesor de gabinete.

         Señor Presidente, no quiero un cuarto independiente en el hospital, solo quiero una mirada y unos labios y unas manos.

         Mirada que pueda mirar y que me mire, labios que pueda besar y que me besen y manos que pueda tocar y me acaricien.

 

         Se que usted lo puede ordenar y se convierte en ley, como si usted fuera un “QuasiDios”.