La música se ha desnudado las letras
y las yemas embisten las teclas con vehemente
nostalgia. Pareciera describir al amante que
fuma en pensamiento una húmeda caricia.
Que solemne desnudes que a bocajarro
incrusta metralla de afiladas notas en
el tierno tímpano como si quisieran permanecerse
después de enmudecer.
Entonces me enerva la faena de revestirte
con palabras, muda melodía, para que
mis comisuras puedan palpitar tu meliflua desnudes.
cuando el silencio apacigüe nuestra nostalgia.
La música se ha desnudado las letras
que hasta los desdichados pueden recoger
del suelo sus historias carroñeras para
bendecir las yemas agonizantes.