La creación es la esencia de la vida,
vivimos mientras somos creadores,
mientras las flores perfuman nuestros labios
y en nuestras ramas florecen nuevos brotes.
Somos esquejes de plantas primigenias
que de maleza mutaron en sequoyas,
pequeños brotes que generaron bosques,
gotas de lluvia que fecundaron selvas.
Creamos sueños, soñamos utopías,
nuevos senderos en busca del amor,
cada canción que brota en nuestros labios
tiena la fuerza y el don de una oración.
Arranca yedra y maleza de tu vida
siega la envida, la rabia y el rencor,
limpia tu alma de miedos y tristezas,
tiende tu copa hacia la luz del sol.
Canta, suspira, sueña, vive, ama,
toma la pluma y escribe tu canción,
crea un poema, un cuento una leyenda…
siembra tu árbol, adorna tu balcón.
Tiende tu mano a aquel que te la tienda
abre tu pecho al gozo y la pasión,
vive la vida, que vida solo hay una
y es el camino que nos conduce a Dios
o nos avoca a los hielos del infierno,
¡cierra los ojos y escucha al corazón!