Sácame de mi ser
Para ser quien debo ser
Para vertebrar mi voz
Déjame fundirme en mi yo
Sin ser más inquilina en la oscuridad
Déjame ser fruto umbilical
Rescátame de un infierno de pudor
Déjame el drama impúdico ladrar
En el iris de mis grandes ojos.
Déjame mudar el carisma en la vitrina
Peinar la niebla incinerada, matutina
Rogarle al grito estrangulado un perdón.
Arrópame madre tolerancia
Dame a la luz en este día configurado
En los labios que te nombran con frenesí.
Déjame estar y ser así
Con mis alas de cisne bautizadas
Con los pseudónimos del alma
Imbrícame en tu perseverancia
Escúlpeme en la liturgia de tu verbo
Desinhíbeme los hilos deshechos
Los esfínteres del columpio roído
Del desviado soplo maltrecho.
Acéptame nacida en este cuerpo
Con el infinito besándome los pies
Mientras lo reescribo en mis versos.
Peléame la definición de lo correcto.
Viva la tolerancia en este portal y en el mundo para todos y para todas.