Sangra el cuchillo
y me duele a mí
muchísimo
ver al laberinto
perdido así
en sus esquinas mismas
mientras me río
cabezota
de que el demonio aún conspire
como un crímen místico
en que no me enquisto
sin sílfide
hasta el lunes próximo
si es que soy yo
quien llego
y eso me inspire
pronto
a ser mi propio apoyo
sobre esta hoja
que yo mancho
de limpieza
argumentando
encontrarte
el amor solo espera
a lloverte del cielo
cuando caíste en las nubes
y no se traspasa