Un canto al amor.
Laura mía,
¡Cuán bellas son las esmeraldas!
que brillan en tus ojos
¡Cuán hermosas son las perlas!
que brillan en tu sonrisa.
Laura mía,
Cuando cantas yo canto,
cuando sonríes yo sonrió
y regreso otra vez a la vida
en medio de mi eterna agonía.
Laura mía,
hija de la luna,
bruja tierna y hermosa
déjame nadar en tus playas
no importa si muero ahogada.
Laura mía,
en mi cabeza resuena tu risa
y el torbellino sin control
de tus cabellos
que demuestran un amor sincero.