Dayan salvatierra

Danzando con el dolor.

Fragmentado por mis recuerdos, decisiones, todo lo que me hace ser yo.  decidí sentirme mal por todos mis fracasos obstruyendo mis pensamientos, me refugié hasta que me enfade ese fue el punto del colapso, la indiferencia y ahogándome en mi.

 respirar al dormir...

Anhelando los recuerdos de emociones cálidas, la seguridad que me brindaba la protección de personas en las que confío, lastima que las personas somos crueles, egoístas de forma voluntaria, solo que no lo admitimos. 

 

Aceptar el amor que los demás brindan es difícil, no es justo para las personas sufren si nos basamos en que  la vida no es justa, somos seres individuales.

 

Luego llegas tu otro ser caótico para hacerme compañía,como muchos otros que me ofrecen consuelo en el momento justo de la forma que necesito o me engaño y en realidad soy capaz de amar y estar acompañado para que la soledad no sea abrumadora.

 

No es suficiente porque deseo más,  vivir momentos de vulnerabilidad y estar seguro de expresarse. no conformarme con momentos que distraen mi decadencia inminente.

 

Necesidad, deseo y expectativa versus realidad.

 

Ella está sola en una ciudad desconocida, alejada de su familia, sin nada que la sostenga más que esta relación inventada por los dos. llora por lo cansado que es su día, enfadada del trabajo porque no tiene sentido de la responsabilidad, piensa en dejar este trabajo como muchos otros. llega la persona que la hace sentir bien la acaricia con suavidad, le pregunta por su día pero mientras ella habla, la sostiene con firmeza, besa su cuello después sus labios ella calla cediendo al acto carnal al terminar duermen. 



Al final nadie se expresó, no cambió ni una cosa en absoluto, seguirá tomando decisiones y vivirá momentos de consuelo pensando que tiene una pequeña esperanza, abrazando lo que considera amor.