Augusto Cuerva

No me hagáis estatua

 

Cuando la muerte me llegue desolada
no me hagáis en piedra mi figura
no tendré nada más que una postura
y unos ojos blancos sin mirada.

Nunca podrá ser mi alma aliviada
por la fría piedra en su blancura
en ese eterno existir en la tortura
de lo que antes fui, siendo nada.

No me pongáis arrugas en la frente
ni dejéis mi boca sin un sonido
no quiero estar así constantemente

dejar mi nombre en el olvido
¿Para que quiero estar presente
cuando mi vida ya a concluido?

Autor: Augusto Cuerva Candela
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