Alcon

El corazón de la tierra

Dulce y hermosa miel, tan parecida a mi sangre también oh madre tierra tu qué das autoridad a las abejas de preservar la vida de los humanos con tan agradable miel, y con tan bellas flores que mis ojos solo se pueden cerrar para agradecer.

Por un momento me atrapan los escándalos de esta sociedad, pero si curarme miro con claridad, con los rayos del sol que aumente mi sonido palpitar, con el brillo de la luna, y tomar te de hierbas mirando a las estrellas, experimentado ser una de ellas.

Por la mañana el sonido de los pajaritos suaviza mi respiración y aumenta mi atención para bajar esa presión y respirar como el mar, con un ritmo especial, que te permite observar el movimiento de las nubes, hasta quedar profundamente dormido.

Siento mi espíritu andar por caminos del universo donde no hay tiempo, solo espacio, dentro de mi hay un espacio que solo navegar quiero aún que al despertar vuelva a empezar el ego.

Pero siempre madre naturaleza quiero gritar cuánto te quiero !.

AlcóN