No te sacudas el polvo del camino
deja que impregne tus manos y tus pies
que sus aromas perfumen la baguada
que te proteja del frio y del ayer,
esos recuerdos que a veces nos perturban,
nublan los ojos y erizan nuestra piel
son el único atillo que llevamos
en esta senda que hemos de recorrer.
Huele las flores que brotan del camino,
prueba la fruta del arbol del amor,
tiende tu mano a quienes desfallezcan,
comparte agua, comida y comprensión.
No te detengas, porque el maná no existe,
busca la fuente que ofrece leche y miel
bebe su nectar, pero sin embriagarte
mantente firme, no te dejes vencer.
Canta, recita, pinta, llora, escribe
mas no te canses jamás de caminar
que en las cunetas acechan bandoleros
para robarte la fe y la dignidad
Busca esa mano de la que tomar fuerzas
abre tus brazos, tu fe y tu corazón,
nunca desprecies a aquel que se rezaga
sigue adelante, no mires el reloj
que no hay trofeos ni podium en la meta
solo la paz, el descanso y el amor
que cosechanos sembrando en el camino
las semillas del bien y del perdón