Anoche que soñé, vivir tu resplandor,
sentí mi corazón, latir con ansiedad;
y vi con emoción, brillar la oscuridad,
con luz que imaginé traía tu calor.
Con ansias escuché, la voz de un trovador,
que lleno de pasión, cantaba a tu beldad;
con una devoción de tanta densidad
que loco me pensé gozando de tu ardor.
Con mágico fogón que expresa eternidad,
después que desperté, brotó raro fulgor,
que daba a mi ilusión hermosa intensidad.
Su rayo disfruté con ese gran fervor
que tiene la erupción de gran inmensidad,
que eufórico quedé soñando con tu amor
Autor: Aníbal Rodríguez.