Un placer inexplicable
al desintegrar galaxias enteras
y cucarachas nostálgicas...
era el inconsciente colectivo de cada ciudad
transformando la realidad en una paradoja
yo suelo patear a los drogadictos en las mañanas
y ellos se defienden con su navaja y su boca
pero no les alcanza,
es como cuando una mujer se abre de piernas en la calle
y pide que la follen
y nadie la folla porque es más fácil que resolver crucigramas
y además todos andan ocupados
pensando como juntar 100 millones de euros antes del 2030
compleja situación