En esos cuerpos yo vivo
En los hombres que me amaron
Alfareros de la furia en huelga
Que un día en réquiem dejaron.
En ellos me manifiesto lasciva
Como Madona esculpida
Como argolla del templo cerrado
De sus sexualidades en ruinas
Y yo las celebro en mis carnes
Como estandares venerados.
Yo rehabilito el candor de sus pieles
Monumento libidinoso de sus manos
Hiriendo despacio mi impertinencia
Por usurpar sus espacios hundidos
Como efímeros prados arrasados.
Yo me soy andando con mis piernas
Hasta sus paredones intrínsecos
Sus fueros cabalgando.
Desbocando sus alaridos impertérritos
Puñales de embestidas
La flor de mis caderas colonizando
Cuál abeja en la colmena.
Yo con mis cuernos descorazonados
Advierto del estupor de mi alcurnia
Toda mi ternura en garabatos.
Yo me soy tarántula
Agarrada en su tela de espanto
Con el sermón de las reminiscencias
Lidiando.
Yo Me soy cosecha de farándula
Coronada por la sequía vagabunda
Que consume mi vagina profunda
Habitada por un séquito.
De ese esplendor que ya no abunda.
Tan adentro como paradero de orgía
Que no fue uno solo en un día
Que hurgaron en mi cuerpo
Manos de arcilla lujuriosa
Y se estacionaron en mis vértebras
Coleccionando sus letras legítimas.