Lucy Quaglia

Salía

Salía temprano

mirando hacia el cielo,

mirando adelante,

pensando en mis penas,

mis glorias extrañas,

mis cantos de arena,

mis pobres hilachas

de brillo y maicena.  

Salía de noche,

muy tarde en la noche,

cantando bajito

sin pena ni gloria,

sin que me importara

sentirme contenta,

sentirme muy triste

si nada me alegra,

de pronto creer

que todo se arregla

si lo que se hace

lleva hasta una fiesta.  

Salía contenta,

siempre caminando,

nunca me pondría

a esperar llorando,

saldría sin rumbo,

buscando una estrella,

un camino hermoso

rodeado de bellas

flores encantadas

de color canela.