Palabra mía que testimonio eres
No sólo a tí, pertenece
el río que se agita en la caricia y crece.
Eres libre de reconocer tus ansias
de sentirte orquídea, flora o fauna, eres libre de pensarte y creerte,
Yo te libero de la culpa
del ímpetu ajeno,
y propio
del hedor que recorre
el escabroso camino
de los acantilados
del ego.
Y te devuelvo el brillo
del amor constante
y el tiempo perdido
en somnolecias vanas
¡Núnca más, palabra mía!, perfilraré la imagen de tus días
Núnca más, te dejaré sufrir en las calderas recalcitrantes de la amargura.
Núnca más en la avasallante abadía del adrede quejumbroso
el descalabro y la cobardía.
Núnca más en la otra esquina del valle
prometo no empujar
tus dolores al estrecho vil de una mentira.
Yo vengo de tus ardores,
palabra mía
de los vaivenes
del alma mía
tengo la risa
de mis pasiones
Dónde se esconden
los almendrones
de tus rencores yo nada quiero y de mil amores palabra mía.
MBF@VICSOF 10821:1040am